dijous, 21 de maig del 2015

Perfecta imperfección

Este fin de semana acabará mi primera temporada en el hockey patines portugués. La verdad es que ya estoy en condiciones de poder hacer un balance de los sucedido durante este año.
Si os tengo que ser sinceros, la primera semana me sentí más desubicado que Belén Esteban en una biblioteca. Idioma nuevo, país nuevo, cultura nueva, compañeros nuevos y, sobretodo, una idea del hockey completamente nueva.
Venía de un hockey -el español- antagónico al portugués. Al principio fue un shock muy grande. Dos palabras podían definir a la perfección la primera impresión que me llevé del hockey portugués: AL ATAQUE! Al igual que los índios y vaqueros del Far West, todo el mundo subía al ataque y se dejaba poco margen de espacio a la defensa ya pensando en volver a atacar. En mi cabeza sólo resonaba: ¿dónde te has metido?
Las primeras semanas fueron muy duras, la adaptación a una nueva realidad no es tarea fácil, pero después, con perspectiva, te das cuenta que te ayuda mucho a crecer como deportista y, sobretodo, como persona.
Hablando estrictamente a nivel hockístico, tenía dos opciones: adaptarme a esta nueva filosofía deportiva aportando mis aptitudes aprendidas en España o pasarme un año lamentándome. Naturalmente adopté la primera opción.
Con el paso de los días me fui dando cuenta que el hockey portugués no es mejor o peor que el español, sencillamente es diferente. Creí oportuno empaparme de todo lo bueno que tiene (velocidad, intensidad, contraataque, habilidad individual técnica) y intentar aportar un poco de organización táctica al juego. El resultado, creo, ha sido muy positivo.
Al igual que el estudiante que subraya con fluorescente lo más importante de los apuntes para separar lo primordial de lo supérfluo, durante este año intenté hacer lo mismo con la fusión de los dos mundos del hockey patines que me han marcado. Vi en las imperfecciones del hockey portugués y el español la base donde trabajar y aprender a disfrutar más de nuestro deporte. Todo lo que creía que era perfecto devino imperfecto y al revés.
A día de hoy me considero un ecléctico del hockey portugués y español.
Considero que lo más bonito que existe es aprender. Hace poco leí una entrevista a Kevin Spacey en la que el actor afirmaba que lo que realmente le hacía estar vivo eran sus ganas de aprender. Y no puedo estar más de acuerdo con él.
Si tenéis la oportunidad de conocer otra realidad de la que estáis acostumbrados a ver, no dudéis ni un instante en aventuraros. Si va mal aprendes una buena lección y si va bien aprendes dos. Al fin y al cabo de lo que se trata en la vida es de dejar huella y, en cuantos más sitios puedas dejar la tuya, mejor.

dissabte, 9 de maig del 2015

De profesión, artista.

Nunca vamos a exponer nuestras obras en el Louvre de París o en el Museo del Prado de Madrid.  Los jugadores de hockey patines somos más del género bohemio y no ligamos con las grandes marcas del arte.
Cada partido que jugamos se nos presenta con forma de lienzo en blanco y nuestra misión es colorearlo. Nosotros no jugamos. Nosotros creamos.

Durante toda la semana de entrenamientos nos dedicamos a perfeccionar nuestras habilidades pictóricas para que el día de partido podamos pintar nuestro mejor cuadro.
Si el día de partido, con presión, contra rivales que ponen las cosas muy difíciles, con ambientes hostiles, con decisiones arbitrales que a veces no nos gustan, queremos plasmar nuestro mejor trabajo pictórico sólo se me ocurren dos posibles finales: si durante la semana estuvimos trabajando bien la incidencia de la luz, que colores escoger, como combinarlos, qué proporciones escogemos, que pincel vamos a utilizar y en qué sentido lo vamos a mover, qué marco bordeará nuestra obra, etc... vamos a jugar bien (ya no digo ganar, porqué algunas veces se juega bien y se pierde -digo "algunas" porqué normalmente el jugar bien va relacionado con ganar); por otro lado, si no trabajamos todas las técnicas anteriores, vamos a pintar un cuadro de risa, nada digno de un artista como nosotros.

Definitivamente se juega como se entrena. Imagínate que un abogado no se entere que han salido publicadas nuevas reformas del Código Penal y cuando va a defender su cliente a juicio le cita al señor juez artículos ya derogados; imagínate que contactas con un informático para que te formatee tu PC y te instale los últimos sistemas operativos y cuando te devuelve tu ordenador ves que te instaló el Windows 5; imagínate que vas a la pescadería a comprar un buen salmón para hacerlo al forno con verduras y sólo hay una triste sardina en exposición porqué el dependiente de pescadería no fue a la subasta de pescado a comprar género. Así podría darte mil ejemplos más del siguiente silogismo: si no hago bien mi trabajo, no cumplo con mis obligaciones y si no cumplo con mis obligaciones, fracaso.
Pues bien, no pretendáis llegar al sábado y hacer el partido de vuestros sueños si durante la semana no habéis trabajado todos los aspectos del partido.
Entrenador, preparador físico y jugadores tienen que formularse las mismas preguntas (y considero que por este mismo orden):

-¿ Estamos concentrados todos los miembros del equipo en conseguir un mismo objetivo?
-¿ Contra qué equipo jugamos el fin de semana?
-¿ Como puedo preparar físicamente, tácticamente, técnicamente y psicológicamente al equipo para este partido en concreto?

Para mi, estas son las tres preguntas claves que al principio de cada semana de trabajo nos tendríamos que formular.
Si no remamos todos hacia la misma dirección estamos perdidos. Si el último partido un compañero no jugó o jugó muy poco, el entrenador tiene que hablar con él y exponerle los motivos. El jugador tiene que ser maduro y saber qué tiene que hacer para cuando venga el día del próximo partido ponerle las cosas difíciles al entrenador a la hora de seleccionar qué jugadores van a jugar porqué todos trabajaron a tope durante la semana. A la vez, los compañeros que si jugaron tienen que darle ánimos y motivarle a que siga trabajando al máximo.
Una vez expuestas la bases estructurales de lo que nos permitirá entrenar en condiciones, debemos prepararnos en relación a nuestro sistema de juego aplicado a la forma cómo juega nuestro equipo rival. Si normalmente comenzamos a jugar con circulación de tres en media pista para organizar al equipo y marcar una jugada pero jugamos contra un equipo que nos va a defender en zona no va a tener sentido jugar como habitualmente lo hacemos. Debemos analizar al rival, ver dónde tiene sus puntos débiles y trabajarlos para explotarlos. También es muy importante hacer entender a todos los jugadores el porqué se juega de una manera o de otra y qué queremos conseguir jugando así.

La educación física ha evolucionado muchísimo. Hay maneras muy didácticas y amenas para trabajar aspectos físicos enfocados a los aspectos del juego. El jugador no tiene que relacionar nunca la preparación física con un castigo o algo pesado.
Al igual que la preparación física ha evolucionado mucho, el hockey patines también lo ha hecho. Los mejores ejercicios son los que tienen después incidencia directa en el juego. Es mucho mejor entrenar bien el 4x3 en situación de power play o contraataques de 3x2 o 2x1 que hacer ejercicios interminables y sin mucho sentido. A día de hoy, el 90% de los goles se hacen de contraataque o de bolas paradas, así que a lo mejor si que nos interesa entrenar bien estos aspectos, ¿no creéis?

Llegados a este punto, creo que nos faltaría la parte más importante y, a la vez, la más olvidada. ¿Como preparo psicológicamente el partido? Como, lamentablemente no tengo ningún referente acerca de este tema, voy a contar como lo hago yo y espero que os sirva a alguno de vosotros.
El primer paso es haber acabado la semana de entrenos con buen feeling. Esto me indica que trabajé bien y que tengo todas las herramientas para pintar un buen cuadro. Después me centro en el rival; pienso en cómo juegan, qué jugador/es del equipo rival voy a marcar y que movimentos acostumbran a hacer. Seguidamente me centro exclusivamente en mi; pongo en orden mi cabeza, pienso qué espera de mi el equipo y qué puedo hacer para dárselo. Simplemente pienso en que tengo que divertirme con responsabilidad. Si mi cabeza funciona, yo funciono.
Un error muy grande a la hora de preparar los partidos es generarse demasiado respecto hacia el rival (entendido como pensar que jugamos contra un equipo mejor que el nuestro y tenemos las de perder) o generarse demasiada relajación porqué jugamos contra un equipo inferior al nuestro. En ambos casos el resultado es negativo. Prepara el partido pensando en qué hace el equipo rival, pero no valorándolo con antelación. Tu no puedes controlar al equipo rival, en cambio, si te puedes auto-controlar a ti mismo, así que céntrate en lo que está a tu alcance y todo saldrá bien.

dimecres, 6 de maig del 2015

Somos lo que comemos

Hace unos días volví a ver el documental Super size me. Aproveché que mi mujer no lo había visto y refresqué mi memoria acerca como la comida rápida puede, literalmente, destrozarte. Seguro que muchos de vosotros ya lo habréis visto y, si no es así, perded unos minutos de vuestra vida para verlo; os aseguro que serán una inversión. 
Básicamente se nos presenta como un hombre con perfectos índices de presión arterial, grasa corporal, masa muscular, etc... puede hacer hasta peligrar su vida después de estar un mes entero desayunando, almorzando y cenando en el McDonald's. 
Se que el tipo del documental es americano y que allí todo se magnifica pero nos presenta una advertencia mayor  que los 9.629.090 km2 de superficie que hace este pais: somos lo que comemos.  

Estoy convencido que a muchos de mis lectores les gusta comer un Big Mac de vez en cuando (a algunos con más asiduidad que a otros) y no por eso van a caer en problemas de obesidad. El problema surge cuando, sin tener que acudir al máximo exponente de comida basura como son las cadenas de comida rápida que todos conocemos, no optamos por seguir una dieta equilibrada y saludable. Aún peor si eres deportista.
Mi blog va dirigido a un público que practica deporte o que en su entorno más cercano tiene alguien que lo hace.
No voy a descubrir la sopa de ajo si digo que una buena alimentación va relacionada con una mejor predisposición para la práctica deportiva (y para el bienestar en la vida normal); por otro lado, os animo a los que os sobre algún kilo de más que procuréis mejorar vuestros hábitos alimenticios y, cuando hayáis perdido un poco de lo que os sobra me escribís diciéndome como os sentís cuando hayáis hecho un entreno o sencillamente hayáis subido unas escaleras sin ahogaros.
Todo se resume a la teoria de la mochila. Imagina que tienes un sobrepeso de 5kg. Coge una mochila y cárgala hasta que pese cinco kilos. Cuélgatela. Notarás que tu cuerpo tiene que hacer un esfuerzo extra para moverse. Pues bien, después de intentar hacer algún movimiento con la mochila colgada, quítatela y notarás dos cosas: te será más fácil hacer los movimientos que antes intentaste con la mochila y a la vez serás capaz de imaginarte lo que le "sobra" a tu cuerpo. 
Siempre que quieras poner en orden tu peso, hazlo bajo la supervisión de un especialista. Ellos estudiaron para poder ayudarte en estos casos. Las dietas "milagro" sólo sirven para perder peso rápidamente y ganarlo a la misma velocidad. 
Toda esta introducción va dirigida a concienciar a los lectores que es muy importante cuidarse. Nos va la vida en eso. 

Actualmente me encuentro jugando en Portugal y una de las cosas que más me sorprendieron cuando llegué a mi club, el Oliveirense, fue el control estricto a que los jugadores estamos sometidos en relación a nuestro peso. Nuestro fisioterapeuta y nutricionista nos pesa dos veces por semana (segunda-feira, es decir, el lunes y quinta-feira, el jueves) para controlar nuestra evolución. Creo sinceramente que es una medida muy buena para obligar al jugador a cuidarse para poder responder a las obligaciones contractuales a las que se comprometió con su club -de hecho, una de las cláusulas de nuestros contratos indica que el jugador debe cuidarse físicamente (lo que incluye no hacer deportes de riesgo y comer adecuadamente)-. 

Mi entrada de hoy va directamente relacionada con aspectos propiamente extrínsecos a la práctica del hockey patines pero que afectan directamente al jugador. Me llena de satisfacción poder dar unas palabras de aliento a todos los jugadores de hockey o deportistas en general a que no duden en cuidarse su alimentación y que siempre tengan presente que todo esfuerzo tiene su recompensa. 
   

dilluns, 4 de maig del 2015

¡Marchando una de 500 flexiones y 2000 abdominales!

Antes de entrar en el tema de hoy, quiero agradecer profundamente a todos los visitantes del blog que han leído mis entradas. He recibido mensajes de apoyo por parte de muchos de vosotros y esto, para mi, no tiene precio.
Aprovechando esta pequeña introducción con forma de agradecimiento, añado que la publicación de hoy será un poco diferente.
Un buen amigo mio, jugador del 1r equipo del Cambrils C.H y entrenador nacional de hockey patines, me propuso tratar sobre un tema de importancia vital. Su nombre es Arnau Moragues y él mismo nos escribió esto para "hockey patines y alguna cosa más":

Flexiones y abdominales: castigo o refuerzo positivo?

"Uno de los problemas que tiene el hockey patines hoy en día es que hay muchos entrenadores. A pesar de esto, también hay muchos tipos de entrenadores. Yo considero que hay cinco: el primero, el ex-jugador que quiere seguir vinculado con el hockey y se forma para serlo; el segundo, el jugador en activo que además quiere entrenar a los niños, que se forma y va motivado a los entrenamientos; el tercero, el chaval joven que el club pone porqué no tiene más gente; el cuarto, el padre que el club pone delante la falta de efectivos; quinto, el entrenador que sólo entrena por dinero.
Pues bien, la mayoría de entrenadores son de los dos últimos grupos. Éstos, normalmente entre los 35-65 años, acostumbran a utilizar el método de castigo "¡Venga a hacer flexiones y abdominales!".
He tenido la suerte de compartir entrenamientos con los mejores jugadores que hay; cuando llegas a las puertas de los entrenamientos de un equipo de OK Liga y te dicen: "8x25 abdominales, 8x15 flexiones y comenzamos... lo primero que te viene a la mente es: "¡UF! qué palo" o "al igual las haré" o cualquier cosa similar...
Reforzar negativamente a los niños realizando ejercicio físico pensando en si algún día tienen la oportunidad de llegar a un equipo senior semi-profesional o profesional no les ayudará ya que entonces será el pan de cada día. No ayuda a la mente del niño. Y entonces me preguntaréis: ¿como lo hago si quiero castigar a un niño? La respuesta no os la voy a dar ya que no se debería castigar a los niños. Esta faena comienza desde el inicio de la temporada cuando el entrenador tiene que marcar la linea entre el buen rollo y la seriedad; desde aquel momento se tiene que trabajar la relación jugador-entrenador y no tener que llegar al castigo, principalmente porqué el niño/chico/jugador viene a pasárselo bien. Es más, tenemos que reforzar positivamente cuando realizamos ejercicios de este tipo, premiándolos de alguna manera y contándoles que esto será bueno para su cuerpo y para el día de mañana".

Pues bien, para comenzar, agradecer a Arnau su aportación. Nos es muy útil tener la perspectiva de un entrenador nacional (el máximo nivel en España) que está centrado en la formación de la base. Su reflexión me viene como anillo al dedo para relacionarla con mi última entrada en el blog cuando hablábamos de... EDUCACIÓN.
Al igual como te recomiendan que apuntes a tus hijos a clases de idiomas a tempranas edades para que cuando sean adolescentes tengan un dominio superior de las lenguas, en el deporte, el hockey en nuestro caso, los inputs que los peques reciban van a ser determinantes para el desarrollo de su carrera deportiva y, como apunta nuestro colaborador: el día que llegue su oportunidad de trabajar con los mejores, tendrá preparada su mente para rendir al máximo -como nos decía Gonçalo Alves- . Como veis todo tiene su lógica. Nada está dejado al azar. Trabaja bien con los peques y recogerán, tarde o temprano, estos frutos.
Seré muy claro: de cada 100 jugadores que han llegado al máximo nivel, 2 lo han podido hacer "sin esfuerzo" porqué han estado dotados con un talento innato que no han tenido que desarrollarlo a base de duro trabajo. Los 98 jugadores restantes se lo han tenido que curra, y mucho.
Dirigido a los padres, a los jugadores y a los entrenadores: si crees que formas parte de este exclusivo grupo del 2% que pueden llegar a lo más alto sin despeinarse gracias a un talento nada común, enhorabuena para ti. Creo que sería muy aconsejable por tu parte que fueras realista, asumieras formar parte de este 98% que resta y te pusieras manos a la obra.

dissabte, 2 de maig del 2015

Mis normas básicas

Creo en el deporte como vehículo para educar.
La educación es un valor fundamental que en las nuevas generaciones de jugadores se está perdiendo en algunos casos.
Con ser educado no me refiero a decir siempre gracias cuando me dan algo o ayudar a una ancianita a cruzar la calle. Por ser educado me refiero a saber respetar a tu entrenador, tus compañeros, los encargados del material, los aficionados o los árbitros. Por ser educado me refiero a saber cuando puedo hacer bromas en el vestuario y saber no traspasar la fina linea de la broma divertida a la putada. Por ser educado me refiero a ir ganando un partido por 7-0 y no marcar 20 goles más hasta el final del partido - recuerda que sin tus rivales tu no serias nada; no es necesario que lleguen a casa y les digan a sus padres que no quieren seguir jugando a hockey por la absurda paliza que les pegaste-. Piensa siempre que lo que tu hagas también lo puedes sufrir.
Como anécdota, jugué un Mundial sub-20 con la selección española. No voy a decir los nombres de los países involucrados por respeto. Jugamos contra una selección débil a la que otra selección les había metido 31 goles a 0 el día anterior si no recuerdo mal. Nosotros les ganamos por sólo 5 a 0. Al final del partido el seleccionador y los jugadores nos dieron las gracias por el respeto que les mostramos - aún recuerdo alguno de ellos con lágrimas en los ojos-. El día a seguir nos enfrentamos a la selección que les había destrozado con un resultado absolutamente innecesario. Les ganamos 9 a 1.
Con todo esto me vengo a referir que si quieres que te respeten, respeta.
Los valores que el hockey patines te enseña son directamente aplicables a la vida quotidiana. El respeto que hablé anteriormente a nivel de equipo es el mismo que hay que proferir a los compañeros de clase, a los compañeros de trabajo o a tu familia.
Creedme, puedes ser un fuera de serie, marcar 6 goles por partido, pero si tienes la etiqueta de payaso ésta te va a acompañar el resto de tu vida (hasta cuando dejes de jugar la vas a llevar colgada).

No os confundáis. No estoy haciendo apología a que todos nos convirtamos en la Madre Teresa de Calcuta. El hockey patines es un deporte de contacto y duro, pero noble. Puedes jugar fuerte sin ser un cabrón, puedes dirigirte al árbitro sin tener que insultarle, puedes celebrar un gol con efusividad sin encararte al público rival, puedes defender a un compañero sin tener que armar una tangana, puedes entender que un compañero tuyo está a un mejor nivel que tu y por eso juegue más, tienes que aceptar tu rol en el equipo, sea cual sea, porqué eres igual de importante que el resto de todos tus compañeros sin tener que generar una guerra civil en el grupo. En definitiva, ser un buen jugador de hockey y ser educado no van reñidos.

Al igual que en mi primera publicación les metí un poco de caña a los padres, hoy también hay un mensaje para los jugadores: ¡dejad de ser pesaditos con el material!
Vuestros padres hacen un esfuerzo muy grande día a día para que vosotros viváis bien. Trabajan, os cuidan, os dan de comer, vivís con ellos en su piso, os proporcionan un colegio, etc... A lo mejor alguno de vosotros pensará: pues vaya, yo creo que esta es su obligación... y yo os respondo: ¿seriais capaces de decirme cuantos millones de niños tienen padres pero no pueden darles a sus hijos ni una milésima parte de lo que os dan los vuestros?
Pues eso, que no te quejes si un compañero tuyo lleva unas botas más funcky-retros que las tuyas; no te quejes si tu stick está un poco roto; no te quejes si tus guantes no son iguales que los que lleva el primer equipo del FC Barcelona. Demuestra que sabes valorar lo que tienes. Demuestra que un  jugador no es más bueno por el material que lleva sino por lo bueno que es él. Básicamente, demuestra que eres inteligente.

Abrazos.

divendres, 1 de maig del 2015

¡Esa cabeza!

Buenas

Cuántas veces hemos oído: a este le perdió su mala cabeza, este no tiene cabeza o si este jugador tuviera cabeza...
Pues bien, como podéis imaginar, mi entrada de hoy va relacionada con nuestra almendra, tejado o simplemente nuestro cerebro.
Soy de los que cree al 100% en la psicologia deportiva y sus beneficios. La pócima mágica está en la permeabilidad del deportista y como consigue incidir el pscicólogo en la mente del jugador. De entre tantas lagunas que sufrimos en nuestro querido hockey patines, una de las mayores es la falta de ayuda psicológica por parte de profesionales.
Una temporada de competición se divide en muchas fases: pretemporada, inicio, desarrollo, pequeñas vacaciones y recta final. El jugador, al igual que un trabajador que tiene su jornada laboral de 8 horas y no está igual de fresco para realizar su trabajo en la cadena de montaje a las 8 de la mañana como a las tres de la tarde, también tiene sus periodos de inestabilidad.
Durante la temporada tenemos que gestionar muy bien los momentos en que no tocamos ni bola, los momentos en que no jugamos lo que nos gustaría, los momentos en que nos sentimos con todo el feeling del mundo y los momentos en que nuestro equipo nos pide que nos colguemos a todos los compañeros en la espalda para ganar un partido.
En todos estos momentos sería importantísimo poder recibir la ayuda de un profesional que nos entienda, que nos escuche, que nos ayude.

Mi psicologo deportivo imaginario se llama Pepe. Yo soy Albert. Voy a recrear un diálogo ficticio que perfectamente podría darse en la realidad.

-Albert: Pepe, necesito tu ayuda. No meto un gol ni al arco iris. No defiendo nada. Estoy desquiciado.
-Pepe: No te preocupes. Primero vamos a diagnosticar cuál es tu problema. Tu problema no es la falta de punteria o que no sepas defender. Tu problema es la anisiedad y tu falta de concentración. Vamos a tratar de solucionarlo tranquilamente.

Al jugador, que en estos momentos no está rindiendo a su mejor nivel, le das una dosis de serenidad; esa serenidad que le hará volver a su mejor versión. Él se siente comprendido. Lamentablemente, esta escena ficticia no se da casi nunca y el jugador tiene que autogestionar sus emociones, sus dudas o sus éxitos de manera unilateral, cosa que en muchas ocasiones no conlleva una buena solución.

A lo largo de toda mi carrera he tenido la suerte de jugar con jugadores increíbles, con los mejores del mundo. Considero que me he empapado de ellos hasta la saciedad. Ves como se mueven en la pista, como definen delante del portero, como estructuran la defensa o simplemente como celebran los goles. Estos aspectos son "fáciles" de copiar. Hay una cosa, pero, que no se puede copiar: la mente del jugador. A lo largo de mucho tiempo me he preguntado que es lo que realmente diferencia un buen jugador de un crack: ¿será el disparo más potente? ¿será el físico? ¿o quizás la habilidad técnica con la bola? Obviamente que estas preguntas tienen una respuesta afirmativa pero lo que realmente hace diferentes a los cracks de los otros jugadores es su cabeza.

Para entenderlo bien, que mejor que recoger la propia experiencia de un mega-crack de nuestro deporte. Juega en Portugal, su nombre es Gonçalo Alves y si, es mi compañero de batallas en el Oliveirense. Creo que no necesita presentación alguna. Id a Youtube, introducid su nombre, poneos un babero y disfrutad de lo que es capaz de hacer con una pelotita y un palo.
Pero lo que realmente me interesa de este monstruo no son sus habilidades técnicas sino que tiene en su cabeza.  Para esto, le hice cinco preguntas que nos ayudarán a meternos dentro de su cerebro y espero que ayude a futuros jugadores de élite (o no) a formar un patrón de lo que es tener la cabeza bien amueblada.

- ¿Sabes que es la presión? En el caso que tu respuesta sea afirmativa, ¿puedes definirmela?

"La presión, para mi, es algo que te obliga a estar siempre al máximo, a intentar sacar el máximo provecho de todas tus habilidades. La presión puede ser beneficiosa porqué siempre vas a querer mejorar y estar siempre a tu máximo nivel para ayudar a tu equipo y también para ser mejor cada día. Además de la presión competitiva, el jugador también experimenta errores técnicos, tácticos, errores de los compañeros, la táctica de sus oponentes y las decisiones arbitrales con las cuales tiene que saber lidiar".

- ¿Tienes miedo a fallar cuando estás jugando?

"¡Fallar forma parte del juego! ¡Y siempre van a haver fallos en todos los deportes! No tengo miedo a fallar, sobre todo porqué el papel que desarrollo dentro del campo me obliga a arriesgar mucho y a veces fallar en algunas decisiones que tengo que tomar. Pero hay que tener conciencia que no podemos fallar constantemente y, con la experiencia, vamos seleccionando cuando devemos o no arriesgar y entonces vamos a perder menos bolas, fallar menos en definitiva. Creo que es muy importante no dejarse influenciar por haver perdido una o dos bolas consecutivas o fallar con tu marca defensiva porqué forma parte del juego y siempre va a suceder; básicamente consiste en aprender de los errores y mejorarlos". 

- ¿Te preparas mentalmente de alguna manera especial antes de los partidos?

"No tengo ninguna manera especial para prepararme para un partido. Me gusta estar relajado, alegre, pero cuando se acerca el comienzo del partido comienzo a concentrarme y a pensar en lo que tengo que hacer dentro del campo y lo que nos puede suceder en el partido".

- ¿Te diviertes cuando juegas?

"¡Es esencial divertirme dentro del campo! Hay que tener siempre una sonrisa en la boca pero con toda la seriedad posible porqué estamos haciendo lo que realmente nos gusta. El hockey patines es lo que más me gusta hacer; jugar con jugadores extraordinarios de un nivel altísimo; jugar en ambientes fantásticos... sólo tengo que aprovechar esto al máximo y divertirme cuando entro al campo para poder dar lo mejor de mi".

- Para acabar, ¿puedes darnos una recomendación para nuestros lectores que tengan dudas cuando jueguen? 

"Por encima de todo que hagan lo que más les guste. Lo más importante es que se diviertan jugando, que se sientan bien en el ambiente que están. Esto (el hockey patines) dura unos años y si podemos aprovechar al máximo no devemos dejar escapar esta oportunidad. Realmente lo que al final te llevas son amigos para toda la vida e interminables anécdotas (partidos, bromas, vestuarios...) y vamos a ser felices porqué estamos haciendo lo que más nos gusta".

Llegados a este punto, agradecer la colaboración de Gonçalo por sus aportaciones y su sinceridad. De sus reflexiones acerca de su "cabeza" me quedo con que repitió en reiteradas ocasiones la expresión al máximo. Para mi, esta es la clave de todo: cuando das el máximo de ti, de tus posibilidades, es sinónimo de que estás concentrado, confiado positivamente y, con toda seguridad, todo saldrá a la perfección. No intentes ser como Gonçalo, ni como Carlitos López ni como otro deportista que admires. Inspírate en ellos pero se tú mismo, trabaja duro y da lo mejor de ti en todo momento.
Piensa que cada segundo que pierdas lamentándote es un segundo de felicidad que dejaste escapar.




Un abrazo y estad atentos a nuevas sopresas que os tengo preparadas.

dijous, 30 d’abril del 2015

Hazle un favor a tu hijo y déjale su espacio

Buenas noches,

Vamos al lío. 
Mi primera entrada va dirigida a un colectivo en concreto: los padres.
Cuando me refiero a "padres" lo hago sin distinción de género, es decir, agrupo indistintamente a madres y padres. Cuando me refiero a "hijo" lo hago de la misma forma para dirigirme tanto al sector masculino como femenino. 
Dejando de banda esta pequeña aclaración, nos centraremos en lo que realmente importa: ¿qué papel juegan los padres en relación a la práctica deportiva de sus hijos?
La pregunta y sus respuestas pueden ser aplicadas a todo género de deporte. Naturalmente, mi enfoque irá centrado en mi propia experiencia en el mundo del hockey.
Lo sé, voy a ser duro, pero así tiene que ser: muchos padres se han cargado, literalmente, a sus hijos. Ayúdate y ayúdale, no lo hagas tu también.
Voy a introducir en forma de decálogo una fórmula para ser un padre molón:

1-. Tu hijo no te va a jubilar (recuérdalo tantas veces como te sea posible)
2-. Tu hijo tiene su vida, tu la tuya.
3-. Tu hijo no tiene que ser lo que te gustaría ser a ti.
4-. Eres la máxima influencia sobre tu hijo, no la cagues.
5-. Anímale a que disfrute del hockey (o deporte en general que practique).
6-. Recuérdale lo que hace bien y lo que hace mal, sin que se crea una estrella en el primer caso ni un fracasado en el segundo.
7-. Por favor, incúlcale que él es igual de importante que su compañero, que su rival, que el árbitro o el señor del corno.
8-. El entrenador es el amigo de tu hijo, no un señor que no entiende de nada o que quiere putearle. 
9-. El deporte es esfuerzo físico, mental, disciplina, educación y un medio enorme de socialización. Apuntando a tu hijo a practicar hockey patines estás directamente enmarcándolo a un sistema que comporta respetar unas normas, unos colegas y infinitas cosas más. Tienes que tener consciencia de esto.
10-. Si realmente quieres que tu hijo triunfe (entendiendo la palabra triunfo como llegar a disfrutar plenamente del hockey patines, no dudes en aplicar los nueve puntos anteriores).

Esto no es un blog de autoayuda (ni mucho menos!), pero era necesario empezar así. 
Los padres son los culpables que sus hijos empiecen un deporte y, en muchas ocasiones también lo son para que lo dejen. A lo largo de mi carrera deportiva jugué con chavales que apuntaban brillantes maneras y, en sus casas, sus progenitores se encargaban de alimentar el egocentrismo del jugador recordándole una y otra vez lo buenos y únicos que eran. Esta actitud deriva, en el 99,9% de las ocasiones en fracaso del jugador. 

Sed inteligentes, dejadle a vuestros hijos el espacio que merecen y necesitan, os lo van a agradecer toda la vida. 
El hockey patines te enseña nuevos valores que antes de practicar un deporte en equipo desconoces. Si ayudas a tu hijo con todo lo expuesto anteriormente le estarás ayudando a recorrer medio camino y entonces todo será más "fácil".